Todo iba bien en esta fiesta de matrimonio hasta que los invitados tuvieron que ser testigos de este frío chapuzón que se pegó la pareja de recién casados, quienes no calcularon la profundidad de la piscina y terminaron viviendo tensos segundos en el centro de eventos en Beirut, Líbano.
La novia no podía salir a la superficie y sólo era capaz de mantener su cabeza fuera por culpa de su pesado vestido que la hundía cada vez más.
Al ver la situación y mientras su marido hacía todo lo posible para ayudarla, uno de los invitados la alcanzó con un palo para que se sujetara y saliera del agua.
Afortunadamente ambos salieron ilesos y pudieron seguir disfrutando su fiesta.