La historia de Sam Stephens, o Buzz Lightyear, como él prefiere llamarse, resulta cómica y curiosa. Este fan de Toy Story logró cambiarse de nombre y adquirir el de su personaje favorito de la película, pero ahora ha tenido que volver a modificarlo. Esta ha sido la única manera en que ha podido adquirir el permiso para conducir, algo que bajo el nombre de Buzz no le estaba permitido.
Este joven de 26 años prometió que si lograba terminar una maratón de Brighton hace unos meses, se cambiaría su nombre real por el de Buzz, su ídolo cinematográfico. No sólo finalizó el recorrido sino que además recaudó más de 2.000 libras para beneficio de los niños con cáncer. Este deportista amateur completó la carrera con el disfraz del personaje de Toy Story puesto, una dificultad añadida a la lesión de rodilla que padece.
Ya en aquel momento, su entorno más cercano se mostró preocupado por los problemas que el nombre de Buzz Lightyear le podría suponer. Y no iban desencaminados. Sam ha tenido que volver a adquirir su nombre y apellidos reales porque sino no podía adquirir el permiso de conducir. Después de rellenar los formularios con el que hasta ese momento era su identidad, Buzz Lightyear, su petición fue rechazada.
La alegación por parte de DVLA (Driver and Vehicle Licensing Agency) es que ese nombre, al pertenecer a un personaje de ficción, podría "dañar su reputación". "Estoy seguro de que hay muchos Harry Potter sueltos por el mundo que no tienen estos problemas", añadió entristecido Sam.