Estás en una relación y con tu pareja comienzan a llamarse con aquellos apodos cursis que algún día criticaste. Osito, bebita, conejita, chanchito...son solo algunos de esos apodos que para todos puede ser cursi pero para la misma pareja puede ser lo más romántico.
Según un estudio publicado por la revista Personal Relationships, las parejas que utilizan apodos o sobrenombres entre sí, ya sea en público o en la intimidad, tienden a mantener una relación más sólida, larga y estable.
Los investigadores estadounidenses determinaron, tras un seguimiento a varias parejas, que utilizar apodos del tipo "chanchito/a", "monito/a", "bebé" o similares, genera un mayor sentido de pertenencia, otorgándole una singularidad especial a la relación.
En el estudio se observó que aquellas parejas que utilizaban apodos cursis tenían mayor comunicación y, por lo tanto, eran más felices y hacía más tiempo que estaban juntos.