Mtv tuvo una muy buena época, y era el canal que reunía a todos los jóvenes, habían ideas grandiosas de programas que a todos nos encantaba ver. Uno de estos era “Pimp my ride” o “Enchúlame la máquina”, en donde aquellos que tenían autos en el peor estado que podrías imaginar, podían ver cómo sus vehículos se convertían en transporte de lujo.
Dentro de los autos ponían desde camas, grandes equipos de música, accesorios según tus gustos, buen motor, lo pintaban acorde a la personalidad del dueño… en fin, el concepto parecía muy soñado, y por más exagerado que quedara el auto, parecía ser totalmente genial.
Esto ocurrió ya en el 2004, en el que un grupo de expertos mecánicos, en sonido y otros, se unían con el animados, Xzibit, para cumplir el sueño de esforzados jóvenes. Pero durante el 2015, a ya más de 10 años del show, los medios revelaron testimonios de quienes habían participado en el exitoso programa y decían que todo era una gran farsa.
Todo fue publicado por el medio digital The Huffington Post, donde se declaró que casi todo lo que veíamos a través de la pantalla era falso. No sólo por lo difícil que sería mantener un auto como los que resultaban, sino porque muchos de sus implementos se sacaban cuando las cámaras se apagaban.
Muchos de los aparatos y accesorios especialmente hechos, a veces no funcionaban, o no eran tan prácticos como se mostraban. Casi todo se hacía por publicidad, y mostrar un producto final asombroso, más allá de que sirviera o no.
Uno de los participantes que más decepcionado quedó fue Justin Dearinger, cuyo auto explotó poco después de haber sido reparado por el programa. Claramente, luego tuvo que pagar el mecánico de su propio bolsillo.
A pesar de las declaraciones de más de uno de los participantes del show, Mtv nunca respondió las acusaciones. Y, después de todo, ya ha pasado una década. ¿Habrá sido todo un simple montaje?