Aunque diez años parece mucho tiempo, no es lo suficiente para poder entender cómo es posible que gozáramos tantos algunas canciones que hoy día cuando escuchamos, simplemente nos hacen decir “por favor, no cantes esa canción”. Pero aunque ahora nos den vergüenza, estas canciones muy en el fondo de nuestro corazón, siguen siendo geniales porque marcaron una etapa en tu vida.
Angel de "Belinda", cuando sentías que estabas a punto de morir y solo necesitabas que te dejaran volar
In The End de Linkin Park, cada vez que decidías que ya nada te iba a importar.
Veneno de Natalia Oreiro, todas esas veces que te sentías una mujer letal pero eras demasiado pequeña para serlo realmente.
Perfect de Simple Plan, cuando sentías que tú eras perfecto pero el mundo no podía entenderlo.
Soy Rebelde de RBD, cuando en serio te sentías 100% rebelde.
A Veces de Mambrú, cada vez que decidías hacer lo que se te diera la gana.
Come Clean de Hilary Duff, cuando necesitabas cumplir todos tus sueños de ser parte del elenco de Laguna Beach
La La de Ashlee Simpson, cada vez que te sentías un poco chica urbana, desordenada e irreverente
Sin Despertar de Kudai, cuando simplemente ya no querías más, sólo escapar de esta vida.
Confessions Of A Broken Heart (Daughter To Father) de Lindsay Lohan, cada vez que tus papás se peleaban y creías que se venía el divorcio.
Cita En El Quirófano de PXNDX, cuando esta era la única forma que conocías para expresar tu amor oscuro y doloroso.
Sk8er Boi de Avril Lavigne, cuando querías ser una rockera urbana pero también una diva del pop juvenil.
My Immortal de Evanescence, para esos momentos en que tus sentimientos solo se comparaban con la muerte.
You’re Beautiful de James Blunt, para todas esas veces en las que volviste a creer en el amor.