Lo peor que podría haber ocurrido en la noche de los Premios Grammy ocurrió y Adele lo protagonizó. La británica se equivoca en el medio de una muy especial presentación, el tributo al fallecido George Michael, detuvo todo y volvió a empezar.
Estaba cantando “Fast love” acompañada de un enorme conjunto de violines cuando se detuvo y en medio de muchas disculpas pidió que detengan la presentación por un error suyo para iniciarla nuevamente. Durante toda su interpretación no pudo ocultar su rostro de vergüenza, fastidio e incomodidad mientras en el fondo del escenario seguían pasando tiernas imágenes del fallecido cantante.
Ni bien acabó de cantar se volteó, tapó su rostro, se secó las lágrimas y volvió a mirar al público agradeciendo la ovación de todos, quienes con solo mirarla le dieron todo su apoyo. Adele finalizó su tributo a George Michael, entre lágrimas, pidiendo disculpas y dando las gracias
Hay que tener los pantalones bien puestos para equivocarte en una presentación tan importante, parar todo y volver a empezar. ¡GRANDE ADELE!