El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no es exclusivo de la infancia, debido a que persiste en la vida adulta, presentando desafíos en diversas áreas de la vida humana. Este trastorno mental engloba problemas como la dificultad para prestar atención, la hiperactividad y la conducta impulsiva.
Pese a que la mayoría de sus raíces se encuentran en la infancia, es común que el diagnóstico en adultos se retrase o pase desapercibido. Los síntomas, aunque menos evidentes, pueden afectar significativamente las relaciones interpersonales, el rendimiento laboral y la autoestima. A continuación, conoce al detalle qué es el TDAH y cómo identificar sus síntomas.
Te recomendamos
¿Qué es TDAH y cuáles son sus síntomas?
A medida que los individuos con TDAH envejecen, la hiperactividad puede atenuarse, pero los problemas relacionados con la impulsividad, la inquietud y la falta de atención pueden persistir. En la vida adulta, miles de personas suelen preguntarse qué es TDAH, atestiguando síntomas que pueden variar en intensidad, desde leves hasta severos, afectando la capacidad para concentrarse, establecer prioridades y completar tareas cotidianas.
Para conocer qué es TDAH y cómo son sus síntomas, los adultos deberán identificar sentidos de impulsividad, desorganización, dificultad para administrar el tiempo, incapacidad para realizar múltiples tareas y actividad excesiva. La baja tolerancia a la frustración, los problemas para enfrentar el estrés y la dificultad para finalizar tareas son otros elementos comunes.
En caso los síntomas del TDAH interrumpan continuamente la vida diaria, es crucial buscar ayuda médica. Diferentes profesionales de la salud pueden diagnosticar y gestionar el tratamiento del TDAH en adultos. La elección de un profesional con experiencia en esta área es esencial para un tratamiento efectivo.
Complicaciones por TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede tener implicaciones significativas en la vida cotidiana, desde bajo rendimiento escolar o laboral hasta problemas legales y complicaciones de salud física y mental. Además, a menudo coexiste con otros trastornos como depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de personalidad y problemas de aprendizaje.