Mediante un exhaustivo estudio, se determinó que jugar Pokémon Go puede ayudar a incrementar la actividad física y el estímulo motivacional.
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Así es, un grupo de investigadores de las unidades de Granada y Jaén en España diseñaron un modelo longitudinal de 8 semanas de duración con dos grupos, uno de ellos manifestó usar este juego y el otro declaró no usarlo.
Los resultados arrojaron que los jugadores de Pokémon Go dedicaron 40 minutos al día a jugar logrando recorrer al menos 54 kilómetros, lo que permitió el aumento significativo de su atención selectiva, concentración, y sociabilidad.
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Es decir, el aplicativo móvil puede aumentar la irrigación sanguínea cerebral y producir una serie de beneficios a nivel neuronal, que mejoran las funciones mentales, afectando por tanto a importantes variables escolares como la atención o concentración.
Asimismo, Pokémon Go puede ayudar a la liberación de neurotransmisores cerebrales como serotonina o endorfinas, que son determinantes en el rendimiento cognitivo.