El "ghosteo”, término que ha sido viral en las redes sociales durante los últimos años, se ha presentado como una práctica que va más allá de una inesperada desaparición virtual. Definido por la Real Academia Española como el acto de desaparecer sin dejar rastro ni explicación, este fenómeno ha impuesto sus raíces en la interacción digital, con un origen de hace más de ocho años y su inclusión en el diccionario Merriam-Webster en 2017, revelando una tendencia tóxica donde la falta de comunicación se convierte en un gesto de desapego, desafiando las normas de empatía y respeto en el mundo cibernético.
Pese a que miles de usuarios han puesto sobre la mesa la negatividad e indignación que atrae el “ghosteo” en la sociedad actual, algunos usuarios mantienen estas oscuras costumbres, tomando drásticas decisiones como ignorar completamente a sus seres queridos sin importar las consecuencias.
A continuación, conoce los ejemplos más tradicionales de personas que “ghostean” a sus amigos y familiares, poniendo la lupa sobre estas acciones para intentar luchar contra estos comportamientos de internet.
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“Ghosting”: Ejemplos en internet
El fenómeno del "ghosteo" ha evolucionado más allá de una simple desaparición, convirtiéndose en un acto que redefine las dinámicas de las relaciones entre las nuevas generaciones, explorando casos específicos que revelan que el "ghosteo" no solo se limita a abandonar a un amigo después de una falsa muestra de interés, sino que implica una conexión previa, una relación que abruptamente se desvanece sin explicación.
Un claro ejemplo de este comportamiento se evidencia en las relaciones amorosas. Muchos usuarios comparten dos años de sus vidas con alguien, dedicando cada fin de semana su compañía y manteniendo una comunicación diaria constante. Cuando de repente, las llamadas dejan de ser respondidas, la presencia en redes sociales se desvanece y de la noche a la mañana esa persona parece haberse esfumado del mapa. Este tipo de "ghosteo" deja una marca imborrable y revela la complejidad de las conexiones humanas en un entorno digital.
La explicación de esta práctica se basa en la terminación abrupta de una relación sin necesidad de expresar las razones, expresando el arte de desaparecer, un acto que ha llevado a adoptar el término "ghost," que significa fantasma en inglés. Además de un alejamiento, es una interrupción total de la comunicación y la conexión, dejando al otro en una enorme incertidumbre.
El perfil del "ghosteador" se identifica con diferentes características, contando con pocos amigos en su red, optando por crear cuentas nuevas con frecuencia para evitar ser rastreado, mostrándose en contra de compartir detalles personales y mostrando una inseguridad palpable. El juego de hacer sentir importante al otro en poco tiempo y la ausencia de explicaciones al momento de partir son características recurrentes en “ghosteadores”, que son individuos motivados por el miedo al compromiso, la inconstancia y la baja autoestima, optan por el "ghosteo" como una estrategia para evadir situaciones estresantes.
Para superar el "ghosteo," la presencia de culpa debe evitarse a toda costa, entendiendo que estas personas siguen patrones arraigados en sus comportamientos ayuda a desvincularse emocionalmente de este problema. Asimismo, la tentación de contactar a la persona que desapareció debe ser controlada, sugiriendo en su lugar la exploración de nuevas experiencias y conexiones sociales.
¿Qué es el “ghosteo”?
Las nuevas generaciones, inmersas en la revolución digital desencadenada por la globalización tecnológica, han experimentado un cambio en las dinámicas comunicativas. A pesar de las herramientas de mensajería que facilitan la conexión, han surgido situaciones incómodas que generan conflictos entre seres cercanos.
En este contexto, emerge un fenómeno conocido como "ghosting", un término que ha arraigado su presencia en el diccionario virtual al identificar una acción que miles de personas enfrentan diariamente. Según la RAE, "ghostear" implica desaparecer sin dejar rastro, una peculiaridad que cobra relevancia en las redes sociales al describir la acción de alguien que interrumpe la comunicación sin previo aviso, dejando tras de sí incertidumbre e incomodidad.
A lo largo del tiempo, la expresión "ghostear" y sus derivados, como "ghosting" y "ghosteo", han ganado popularidad, ingresando al diccionario Merriam-Webster en 2017. Con casi una década de circulación en la web, la traducción de "ghostear" al español adquiere la forma de "fantasma", una metáfora visual de la repentina desaparición de una persona ante otra.
La práctica del "ghosteo" es considerada por millones de usuarios como un comportamiento tóxico que carece de empatía hacia el receptor, quien queda en la penumbra de la ignorancia durante un tiempo indeterminado. En la esfera digital, miles de jóvenes utilizan este término para describir situaciones incómodas con amigos y parejas, reflejando contextos donde la comunicación se ve abruptamente interrumpida.