La cantante originaria de Barbados, Rihanna, se volvió a desnudar esta vez para protagonizar la portada de la revista GQ.
En la imagen se le ve cubierta, únicamente, con una casaca de cuero negra que cubre parte de su busto, mientras que con sus manos cubre sus partes íntimas.
Además, luce uno de sus tatuajes, el mismo que se encuentra ubicado en su pecho.