Kanye West fue al dentista para un chequeo de rutina que terminó cambiandole la vida ya que encontró la respuesta a algunas de sus dudas existenciales mientras se encontraba bajo los efectos de la anestesia.
“Estaba en la consulta del dentista y me pusieron óxido nitroso, así que empecé a relajarme. Creo que esa es mi versión del viaje que tuvo Steve Jobs [fundador de Apple] cuando tomó LSD. Tuve un pensamiento: ‘¿Cuál es el sentido de la vida?’. Y entonces pensé: ‘Compartir con los demás’. ¿Cuál es la clave de la felicidad? La felicidad en sí misma. ¿Qué es lo que quieres en tu vida? Cuando le das algo a alguien, ¿deberían darte algo a cambio? No. No debemos esperar ser recompensados por la persona con la que hemos compartido algo. Simplemente comparte”, reveló el artista a la revista Paper -Sí, la misma con la que Kim rompió internet-.
Gracias al gas, Kanye también se dio cuenta de que dejar una huella permanente en la industria musical no era su verdadera misión.
“Soy cristiano, así que voy a hablar en términos cristianos. Dios te dará diez veces más. En ese momento me dije a mí mismo: ‘Sigo bajo los efectos de la anestesia y están limpiándome los dientes, pero simplemente quiero ser recordado’. E inmediatamente me corregí a mí mismo. Me dije: ‘No importa si voy a ser recordado o no”, añadió el rapero, quien asegura que esa consulta con el dentista fue una experiencia que le cambió la vida: “Cuando me recuperé de la anestesia tenía una actitud completamente diferente hacia todo”