Poco o casi nada deja a la imaginación la pintura que inmortalizó a Kate Winslet en la película Titanic. Ahora, aquella imagen que fue hecha por el personaje que interpretó Leonardo Di Caprio, pero que en realidad es obra y arte del mismo James Cameron, ya tiene dueño.
El portal Premier props, especializado en objetos del séptimo arte, fue el encargado de realizar la licitación. Catorce años después del estreno de Titanic, el retrato se subastó en aproximadamente 16 mil dólares.
Cabe resaltar que el cuadro adquiere un notable valor económico por lo que significó el largometraje y porque Kate Winslet afirmó que nunca más volvería a posar desnuda.