Harry Potter nunca tuvo la vida de un adolescente normal, ni en el mundo real, ni el mundo mágico. Por el contrario, los años de colegio de Harry estuvieron plagados de maldiciones, luchas de ultratumba, peleas con dragones, troles y magos malvados.
Si bien Harry no se queja demasiado al respecto, siempre nos preguntamos cómo hubiese sido la vida del mago más poderoso del mundo si su máximo enemigo, Voldemort, nunca hubiese existido.
Primero que todo, imaginen esto, sin el Señor de las Tinieblas, Harry no sería huérfano, sus días en Hogwarts hubiesen sido un poco más divertidos y, sin duda alguna, más tranquilos. Él hubiese podido dedicarse a lo que hace cualquier adolescente normal, como ir de fiesta, enamorar chicas y vivir la buena vida junto a sus mejores amigos.